sábado, 26 de junio de 2010

Es solo una ilusión.

Muchos filósofos han intentado recrear la realidad desde un punto de vista objetivo y exterior. Pero la realidad es lo que vivimos, cada uno tiene su propia realidad, y para mí, la realidad es justo todo en lo que no participa la ilusión.

La ilusión es algo que está ahí. Algo que obtienes y vuelves a perder, pero por extraños motivos vuelves a recuperarla. Pero al perderla, sabes que no merece la pena recuperarla. Y aunque tienes la ilusión en tu cabeza, sabes que no es la realidad. pero quieres creer que es algo bonito que puede pasar. 
Muy bien. Para ahí. Aleja la ilusión de tu mente. Mira todo lo que hay a tu alrededor, y saca todo lo que ves y usa la lógica. Ésta te puede dar márgenes de error, pero salvo falsas apariencias, acertará. Esa es la realidad.

Ahora bien, obteniendo una pésima imagen de la realidad perceptible a simple vista, sabemos que la ilusión está ahí. Nos ayuda a tener un mundo más bonito, más agradable. Podéis tocar la ilusión. Podéis incluso sentirla en vuestro oído. Pero no podéis agarrarla. No es la realidad. Es solo una ilusión con la consistencia del viento, y ella vuela a su antojo tocando a todo el mundo con su agradable brisa. 

El consejo es: NO VOLÉIS CON ELLA. Sois personas y no podéis elevaros como el aire y caeréis SEGURO.

viernes, 18 de junio de 2010

Una loca visión de la realidad.

Lo estuve hablando con un colega y le debo dar la razón. Cuando crees que toda la tormenta ha pasado y todas las fases han tenido lugar (Autodestrucción, destrucción ajena, indiferencia, resurgimiento), ves como tu mundo toma una marcha atrás por si solo y sin avisarte. De verte en la cima de la montaña y en una cumbre muy alta por encima de todos, te encuentras sin siquiera esperarlo en el punto inicial del ciclo. De nuevo te encuentras a la autodestrucción como solución a tus problemas.

Nunca creí, a pesar de mi afición por el grupo, de una canción melancólica y triste como November Rain de Guns N' Roses volvería a mi cabeza. Esta canción es para mí un himno a la tristeza y al volver a sufrir, y no creí que quisiera volver a escucharla con sentimiento de dolor. Pero es que hoy todo es distinto.

Ni siquiera tengo ganas de dormir. Mañana tengo concierto con el grupo, pero mi corazón me dice que es imposible dormir. No quiero verme en el punto de partida de salida de relación, pero es que creo que mi corazón dice una cosa y mi mente dice otra. Pero realmente pienso que todo es incierto. Todo lo que pienso es real: nada es verdad.

Viendo hoy un documental sobre la banda de rock anteriormente nombrada, he sacado en conclusión que cada uno tiene su propia visión de la realidad. En mi caso, es una loca visión de la realidad, pero es que mi visión no tiene cabida al error. Mi visión es una escopeta que a objetivo que apunta, objetivo que mata y no hay posibilidad de fallo. Nunca fallo, y ahora lo que me apetece es sentarme en mi silla a mirar la pared sin moverme a escuchar música que me hace pensar.

martes, 15 de junio de 2010

Toca resistir

Demasiado poco que hacer. Creo que demasiado. Y como soy tan reservado pues en vez de salir a coger la bicicleta o algo me quedo a pensar y a darle vueltas a las cosas. Mi conciencia es algo que ya he dicho en actualizaciones anteriores que es de lo peor que tengo, porque es lo más pesado del mundo. Persuade y persuade hasta que se hace con lo que pretende.

Lucha encarnizada entre mi conciencia y mi dignidad, porque gana SIEMPRE mi conciencia, hasta que se topa con un instante en que la dignidad le hace frente. Hay cosas que mi dignidad no puede permitir. Demasiados golpes a la misma zona, y ya sé defenderme y hacer que la conciencia no pueda conmigo. No me lo merezco.

Así que me quedo resistiendo el temporal mientras pueda y vea que no se aplaca mi dignidad, para dejar que mi conciencia me gane. Hasta entonces, toca resistir.

domingo, 6 de junio de 2010

Plantas y piedras

Una vez que estoy en lo alto de la montaña me doy cuenta que mi sola presencia es insuficiente para disfrutar del momento. Necesito de compañía. Gente que escuche las anécdotas de la historia de como escalé la montaña, ascendí a lo más alto y respiré el aire de la pasividad y la indiferencia. Bajé y busqué compañía.

GRAN ERROR.

Si subí hasta ahí arriba para alejarme de todo este dolor y sufrimiento era para estar sólo. Estar sin nadie. Sin problemas. Sin disgustos. Sin pensamiento. Solo tenía que mirar las nubes, el cielo azul despejado de problemas y de agobios. Una visión sin pensamientos. Pero el gran error me llevó a traer lo de abajo, hacia arriba. Y así se unieron a mi un grupo que ya se solía unir allí abajo.

¿Que cuál es el problema? Que ahora tengo el mismo alrededor, los mismos problemas, el mismo barullo y las mismas dificultades. Ya casi no se ve el cielo. Y hay tanto lio aquí arriba que no se puede ver el cielo siquiera, y con ello no hago más que pensar. Ahora no hay ninguna montaña más alta a la que escalar.

Solo quiero paz, tranquilidad y que os matéis ahí abajo. Pero por favor, que mi alrededor sean solo plantas y piedras, que no se muevan ni dañen a nadie.