viernes, 21 de mayo de 2010

Desde la ventana...

Cuando observas desde la ventana lo que puede estar pasando fuera de tu circunstancia, empiezas a pensar tu poca importancia en el mundo. El escaso interés de tus seres queridos empieza a disminuir hacia ti porque fuera de tu ventana existe un mundo que se mueve. Se mueve mal, pero sin embargo lo hace.
Ese miedo a moverse y errar es lo que te hace permanecer inamovible y no ir hacia ningún lado. Solo pensar, y pensar, y pensar. Suposiciones incorrectas, y suposiciones ciertas. El mundo comienza a seguir su rutina de girar pero en contra tuya. Es lo que suele pasar cuando te quedas estancado en lo que fuiste. Y desde luego, para ti no hay vuelta atrás. Para los demás sí.




Es normal que no quieras hacer nada. Quizás tumbarte en tu cama a mirar el blanco techo, pensando a veces, y otras veces ni siquiera eso. Solo lamentarte por toda tu vida. Todo el sufrimiento, y sobre todo, lamentarte por un sufrimiento que no lo has provocado tú.

Disfrutad del fin de semana.

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